Foto: Portugal

viernes, 5 de abril de 2013

Bolivia

Ante todo debo pedir perdón a los que viajan a través de mi blog, por tener en la última de las actualizaciones, la más pobre en cuanto a explicaciones, descripciones o sensaciones. La mantengo tal y como está para que al menos las fotos hablen un poco del paisaje.


Bajar por los Andes hasta Bolivia, cruzar el vasto Lago Titicaca donde habitaron los Adán y Eva americanos. Llegar a Bolivia e intentar dejarla hablar. 



Potosí es una ciudad que todavía sigue la misma economía que en la época colonial de la Corona española Allí todo el mundo de todas las edades se adentra en los submundos de la minería y sacan de la tierra los metales mejor valorados en el resto del planeta.


Bolivia es muy rico en diversidad y el paisaje de la foto de arriba es uno de los más famosos de América, plagado de turistas, una explanada salada de muchos kilometros que obedece a la desordenada naturaleza a la que a veces los que somos tan listos debemos corregir con trasvases de ríos y operaciones por el estilo.



                                                                   Más salar



           Los trenes que en la época que Bolivia tenía mar y todavía Chile no había hecho de las suyas salían hasta el Pacífico cargados de metales muy bonitos. Hoy un cementerio de hierros.

                                                              Más cementerio
Una pequeña parte de la ciudad de La Paz, una cortina de casas que llegan hasta el cielo.


                                                 Freestyle sobre las piedras de colonos



                                                           El día a día en la calle

Las mujeres en América Latina desempeñan todo tipo de trabajos menos manejar los autos. Aquí mujeres trabajando en la construcción.


                           Los patios de la Universidad pública de La Paz llaman la atención.


Toyaqueando



                    El mercado de El Alto. La ciudad que vigila La Paz a 4000 metros de altura

jueves, 14 de marzo de 2013

De Ecuador al Perú


Que no actualice aquí, no significa que mi lapicero haya parado. Durante este tiempo he intentado asimilar de la mejor de las formas el impacto cultural que supone un salto a este lugar. Aquí uno puede tirar a la basura en menos de una semana todos los conceptos que tiene de felicidad, de progreso, de cultura... Aquí uno puede cuestionarse los valores con los que ha crecido, todas  esas cosas que su respetable familia le enseña a perseguir. Todo de lo que te hablan en la escuela y para lo que te preparan y muchas otras cosas que no me atrevo a contar... 
Sin intentar profetizar, creo que en la cordillera andina y sus faldas, hasta el más agnóstico puede ver pasar a Dios.  Las fotos son de Ecuador y el Perú, en la sierra, la selva, el oasis en el desierto, y su gente, ellos son el mejor de los paisajes.



Máncora


Cajamarca

                                                           
                                               Alrededores de Cajamarca
Oasis de Huacachina, desierto en el sur del Perú


                                                   Cáscada de Hola Vida ( Amazonia, Ecuador)

                                                   Puente a comunidad indígena

                                                          Río en Puyo

                                                  Mercado de Cuenca, Ecuador


                                                                  Mercado

                                                              Sonrisas

                                                             Vehículos


                                                           Limpiabotas en Cuenca, Ecuador


La casa del árbol, Baños de Agua Santa. Ecuador



                                    La casa que me acogió en la Amazonia                                                      


Día de la mujer en Cajamarca

                          
 Mercado en Máncora a 35 grados. 


jueves, 14 de febrero de 2013

¿Qué hacer en Ecuador ? un voluntariado educativo

Una de las opciones que uno puede llevar a cabo en Ecuador es involucrarse en uno de los muchos programas  de ayuda o cooperación que acogen a voluntarios de todas partes del mundo (especialmente de países acomodados  como el que yo provengo). En mi caso he decidido venir aquí porque quería ver cómo era eso de enseñar y trabajar con niños en el ámbito educativo, más que por curiosidad o por capricho, porque era para lo que he ocupado  siete años de mi vida en universidades. La última razón  -no por ello menos importante que las otras- por venir a este lugar y poder morirme habiéndolo conocido.

Aquí he trabajado con niños del pueblo en el que vivo y he podido aprender con ellos más que ellos conmigo. El trabajo ha sido desde introducción y perfeccionamiento en la lectura, cómo juegos a pie de playa, expresión corporal  y teatro entre otras muchas cosas. Esto ha hecho que pronto estuviese integrado entre la gente del pueblo que me ha acogido de una forma  para ellos quizás normal, pero para mí será difícil de olvidar.


















Algunas de esas sonrisas, besos o gestos valen más que todas estas palabras... 

viernes, 8 de febrero de 2013

Carnaval

Este lugar es un privilegio. Uno de esos rincones del planeta que todavía no han podido ponerse a la venta y parecerse al resto de rincones del mundo. Ecuador avanza imparable hacía delante, y aquí en la costa, en este pueblito, el turista todavía no es un dolar sino un compañero más entre el paisaje. Los habitantes de aquí viven tranquilos. Salgo a pasear y la calle está llena de sonrisas descalzas. Niños corretean por las calles empezando a vivir sin el miedo de unos padres que no temen, porque saben que la vida no es un camino de rosas. Camisetas de la selección y  pasión por esta tierra. Cabañas a pie de playa con zumos de frutas en la noche, mientras se zarandea la hamaca y uno puede aparcar la ansiedad recurriendo al sonido del mar como ansiolítico. Sólo dos estaciones: lluvias o seco, pero nunca vestirás una chaqueta. Arroz, papaya,piña, mango, coco, plátanos, yuca,y vida en la calle. Bañador y chanclas. Febrero y carnaval a orillas del Pacífico.













martes, 5 de febrero de 2013

Ahora o nunca



A veces uno se siente culpable por poder tener dos ojos para disfrutar de estos paisajes que a la gente de aquí apenas sorprenden. A veces uno se acuesta a dormir lejos de casa y siente la incertidumbre, el miedo, la oscuridad. Pero en otras ocasiones las cosas simples del día a día valen el precio de un pasaje transoceánico, valen todos los ceros que he acumulado por miedo, las decisiones que vengo errando en el camino y que quizás nunca me lleven a buen puerto. Atardece a orillas del Pacífico.  Ahora o nunca.   



























sábado, 2 de febrero de 2013

Ecuador


Ecuador, “un pueblo sin piernas pero que camina”. Una sonrisa ambulante de yuca a 25 centavos de dólar. Una foto eterna en cada rostro, cada esquina, cada auto, cada vehículo adaptado a cualquier necesidad. Unas carreteras difíciles para una vida sin complicarla demasiado. Un plato de arroz pesado en libras. Un Océano nervioso y un calor que lo apacigua. La mitad del mundo y el agua del inodoro girando hacía el otro lado. Un anfitrión de cinco siglos que todavía no castigó al visitante, pero que empieza a despertar de esa anestesia. Unos pueblos que no entienden de cartografía y no salen en mis mapas. 




Guayaquil

Playa de Puerto Lopez, provincia de Manabí


Afueras de Guayaquil








       No sé si habrá muchas más fotos.          La cámara me la pisó un camión

Manufaktura de ilusiones

Un hueco entre todas



las desidias virtuales



que naufragan entre redes